FIESTA DE GUARDAR

hay dulzor de Pascuas y anochece
un murmullo ciñe los perfiles superpuestos
adosados
cadenciosos
como si se estuviesen amando

juntos despiertan las mareas en las hélices de las serpientes
y un entierro de pestañas ilumina el ardor de los cirios

son pulpejos los dedos sudorosos
migas henchidas de vino maduro
lenguas furiosas que vencen el umbral del campanario
en todos los árboles enamorados a la misma hora

todavía es fiesta de guardar y ellos visten desnudos
repitiendo hasta el cansancio
de una en una
las cuentas del Ave María

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