
Me reverencio ante mi, me venero.
Úngeme con tus versos andaluces, con tu gracia,
mientras sangra la guitarra
y te matan los disparos que me matan.
Enrédame los pezones con tu lengua serpentina,
devóralos hasta que se enfiesten
como toros adornados en corridas.
Al unísono tú, Mujer,
mi Musa , mi Madre, mi incógnita,
entra al ritual que me posee,
derrocha los mitos de tus manos mariposas
y hazme brasa en la antorcha que enciendes.
Conduzco la barca mar adentro.
Lejos de la playa vuestras bocas,
idénticas anguilas carceleras,
provocan el gran diluvio de mi pureza de Rey.
Los tres bebiendo de mis aguas, nos salvaremos.
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Maravilloso poema Liliana!
ResponderEliminarPasional,intenso,fuerte.
Y el pintor elegido DALI impresionante.Quien no recuerda su 1ºExposicion en Buenos Aires86
con 350 obras inolvidables!
Bajo tanta metáfora ay un conocimiento profundo de la siquis humana. Casí científico es el poema. Un acierto cada verso.
ResponderEliminarEse ay! me produjo otro ay. No le habia leído este poema exacto. Está redondito.Mis felicitaciones
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